Todos los países del mundo, entre sus metas esta
tener sistemas educativos óptimos, que permitan preparar su potencial humano,
con el propósito de impulsar su desarrollo industrial, tecnológico, productivo
y económico.
La competencia por ser mejores, es una constante en
el mundo moderno, ya que todos desean tenemos mejor calidad de vida y por
consiguiente la inversión que se haga en educación debe ser bien administrada
desde todo punto de vista.
El artículo 40 de la Ley orgánica de educación
(2009) establece que la carrera docente debe tener un desempeño ético, social y
educativo, es decir, que para hablar de calidad educativa, se debe en primera
instancia preparar los docentes en función de las necesidades e intereses del
país.
Hoy día se observa cómo se invierte grandes
cantidades de dinero en materia educativa, pero los niveles de calidad han disminuido y se refleja en la
sociedad, en los altos índices de inseguridad que posee nuestro país, es solo
un ejemplo de ello.
El bajo nivel de los procesos educativos es
evidente, y por más dinero que se invierta no va hacer productivo porque el
talento humano no está bien preparado, claro está el estado venezolano ha
logrado incluir muchos niños y niñas al sistema, eso lo refleja las
estadísticas en cuanto a inserción y prosecución de estudios.
También es cierto que se han creado programas
favorables como las canaimas, programa alimentario, bulto escolar, libros,
entre otros, que dan herramientas a los niños y niñas, que les permita estar
mejor preparados, se ha rescatado todo el acervo histórico y cultural del país,
hoy día se toma más en cuenta lo local, las necesidades e intereses de la comunidad, a través del desarrollo de los
proyectos de aprendizajes.
Pero para mejorar hace falta sumar más voluntades
donde todos los actores del hecho educativo se involucren positivamente y con
sentido de pertenencia. Para que haya una verdadera calidad educativa en
nuestro país, hace falta que fluyan
positivamente todos los planes
programas y proyectos que el docente se involucre más y tenga una visión más
clara de lo que necesita el país en estos tiempos difíciles.
Existe una debilidad muy grande dentro del
ministerio de educación que tiene que ver con el seguimiento y control, se
podrán realizar grandes programas y proyectos nacionales, para la calidad
educativa pero se queda en mero trámite burocrático o en escritorio, en definitiva
se tornara al fracaso y se estanca el avance.
Por último, a manera de reflexión, todos los que amamos la educación tenemos el
reto de ser cada día mejores profesionales, sumando voluntades haremos que cada
día la educación en nuestro país avance hacia niveles óptimos de calidad, el
reto es grande pero con constancia y trabajo se puede lograr.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario